Y
llegó la temporada de cría y dio paso a estos pequeñines.
La
nota trágica viene de la mano, mejor dicho hocico, de los aguarones,
que se comen a los pobres patitos y así no todos llegan a adultos...
Pero
bueno, aquí podéis verlos bien vivos y disfrutando del pan que les
echan los viandantes.
Niamh
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